Entre esas cañas después del trabajo y los fines de semana en terraza con los amigos, solemos beber más cerveza de la que nos pensamos, pero, ¿Te has preguntado alguna vez los beneficios de esta bebida?

Pues nosotros sí, y hoy te venimos a contar todo lo que no sabías acerca de la cerveza.

La cerveza suele ser el complemento más habitual, sobre todo en España a la hora de pasar tiempo con nuestros amigos en cualquier bar. Solemos echarle la culpa de nuestra barriga, pero con un consumo moderado y una alimentación equilibrada, se puede convertir en un gran aliado.

¿Te he alegrado el día? Pues espera que hay más. Quédate conmigo para ver las ventajas de beber cerveza (con cabeza).

Rica… Y nutritiva

Es posible que lo primero ya lo supieras, pero sí, la cerveza es muy nutritiva. Cuenta con vitaminas del grupo B poco contenido en carbohidratos.

También contiene algunos minerales, como el magnesio, el calcio y por supuesto, al hacerse a partir de cereales, cuenta con sustancias, no nutritivas, pero sí importantes como la fibra y los antioxidantes.

Una caña contra el infarto

Nadie lo habría dicho, pero sí. Hay estudios con evidencias científicas que afirman que beber cerveza está asociado a una disminución del riesgo de cardiopatías isquémicas y favorece la función cardíaca global.

Gente de hueso ancho

El ‘Hijo, no estás gordo… Eres de hueso ancho’, era verdad desde el principio!

Y es que el silicio, un ingrediente presente en la cerveza, promueve la densidad ósea y evita la pérdida de hueso.

Además mejora los síntomas de la menopausia y previene la osteoporosis.

Inmortalidad… O casi

Dadas las propiedades antioxidantes de esta bebida, la cerveza (con moderación) ayuda a proteger tu organismo frente a la oxidación y el envejecimiento.

Esto previene algunas enfermedades degenerativas, como el Alzheimer, gracias, de nuevo, al silicio.

¿Serás indestructible gracias a la cerveza? No, pero junto a una buena alimentación y ejercicio, es un buen comienzo.

La clave después del gimnasio… Es la cerveza

Dos mundos aparentemente opuestos, unidos por un mismo objetivo: la hidratación.

Así es, la cerveza puede favorecer la hidratación y conseguir que ésta sea rápida y efectiva.

¿Cómo? Pues según una investigación del CSIC y la Universidad de Granada, su bajo contenido alcohólico y sus características organilépticas hacen que sea una buena bebida para recuperar el metabolismo, tanto hormonal como inmunológico tras realizar ejercicio.

La barriga no es cervecera

El gran mito de la cerveza, dicho de forma popular, sobre que la cerveza está relacionada con el aumento de la grasa abdominal… Es falso. O por lo menos, no hay ninguna evidencia científica que lo demuestre.

La aportación de un quinto de cerveza es de 90 kcal, y se trata de una aportación calórica baja.

Es decir, que la bebida no es la culpable de la obesidad. En este contexto, afecta mucho más una alimentación desequilibrada, la falta de ejercicio, e incluso, la genética.

¿Sorprendido? Estos son sólo algunos de los beneficios de beber cerveza. Antes de que vayas al supermercado a por 5 litros de cerveza, recuerda, que la clave está en un consumo moderado, una alimentación equilibrada y en el deporte.